¡Vamos a abrir todos los cafés!
Llegó el fin de semana con su tiempo libre, su mucho frío, su mucho sol y su mucha luz y felices nos dijimos «¡Vamos a abrir todos los cafés y les hacemos fotos y los olemos, los probamos, los comparamos…!» Y de nuevo la frustración. De nuevo aguadillas amargas en la tercera ola del café.
«¿Por qué nos hemos abonado por interneta estos cafés?» Bueno, la empresa no es tostadora, pero envía 4 cafés diferentes en paquetes de 65g. Así podemos probar cafés diferentes facilmente. Los envian en bonitos paquetes, pero lo importante, la calidad de los cafés, no es buena.
El blend para espresso (o la italiana) no especifica nada en la etiqueta. Ni qué variedades de café son o de dónde vienen. Y está quemado o es muy viejo, o las dos cosas. ¡Hasta aceite en la superficie gasta este señor! Yo evito beber carbón, gracias.
El typica bourbon de Perú huele y sabe a quemado, sin embargo el color de tueste están dentro de los parámetros de un tueste medio. Algo le pasa. Yo de momento con mis conocimientos no llego a dictaminar el porqué, pero sabe y huele a quemado. Y el café caturra de Colombia no tiene problemas, pero es muy soso él, no le encontramos nada destacable.
De los cuatro cafés que nos enviaron solo el bourbon Amkeni de Tanzania (que abrí primero y del que ya os he contado en el anterio post) es un café que merece ser llamado especial y no comercial. Que merece el precio que hemos pagado – seguramente más – y que es una experiencia abrazadora a recordar.
Y me pregunto ¿Quien está abonado a estos cafés a estos precios y por qué? Nosotros caímos en el anzuelo porque te envían cuatro diferentes y nos encanta jugar a catarlos y compararlos y porque las cantidades son pequeñas y si un café no nos gusta no es un drama.
Si no nos gustan no es un drama, pero pagar por cafés que en teoría son más caros porque son de más calidad y que sepan a quemado o insulsos no tiene sentido. Nos hemos dado de baja al segundo envío.
